Romanos 7:7-9

La Palabra (Hispanoamérica)

La ley y el pecado

⁷ ¿Querrá todo esto decir que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Claro que, sin la ley, yo no habría experimentado el pecado. Por ejemplo, yo ignoraba lo que es tener malos deseos, hasta que vino la ley y dijo: No tengas malos deseos. ⁸ Fue el pecado el que, aprovechando la ocasión que le proporcionaba el mandamiento, despertó en mí toda clase de malos deseos; sin la ley, pues, el pecado sería ineficaz. ⁹ Hubo un tiempo en que, al no haber ley, todo era vida para mí. Pero, al venir el mandamiento, revivió el pecado,